top of page

Artículos

Te perdono, Eduardo

  • Foto del escritor: Axel Battyán Padró
    Axel Battyán Padró
  • 16 nov 2018
  • 3 Min. de lectura

Informe de lectura del cuento "Me van a tener que disculpar" de Eduardo Sacheri.


 

Fuente: Google

¿Qué significa el fútbol para el pueblo argentino? O mejor dicho, ¿Qué significa Diego Armando Maradona para el pueblo argentino? Ambas preguntas podrían responderse de muchas maneras diferentes, se podrían realizar análisis y reflexiones completamente antagónicas entre sí, que le den (o le quiten) importancia no solo a lo que simboliza dicho deporte en nuestro país, sino también a lo que representa Maradona. Entre tantos artículos, documentales, libros y cuentos que intentan dar respuestas a estas inquietudes, hay un relato de pocas páginas en el que remarca la trascendencia que llega a tener un partido de fútbol en la vida de las personas. “Me van a tener que disculpar”, tituló Eduardo Sacheri a este cuento publicado por primera vez allá por el año 2000 en el libro “Esperándolo a Tito”, su primera gran obra, que le permitiría comenzar una exitosa carrera como escritor.


“Pero a nosotros, a los de acá, no nos cabe otra que contestar en una cancha, porque no tenemos otro sitio, porque somos pocos, porque estamos solos, porque somos pobres”...

El autor de “La Pregunta de sus Ojos”, “Aráoz y la Verdad” y “Papeles en el Viento”, entre otras novelas sumamente reconocidas, parte de una base muy sencilla en su relato: Hay una persona a la que no puede medir con la misma vara que a las demás, y no se trata de un benefactor de la sociedad ni de un guerrero, nada de eso. Habla de un futbolista, de alguien a quien nunca nombra porque no necesita hacerlo, sus descripciones son más que suficientes para que nos demos cuenta que se trata de Diego Armando Maradona.


Con un vocabulario sencillo y entendible para el lector, Sacheri se traslada al famoso 22 de junio de 1986 y expresa lo que, posiblemente, todas las personas de su generación sentían en aquel momento. Porque ese día Argentina se medía a Inglaterra por los cuartos de final del Mundial de México, y el duelo significaba mucho más que un simple partido de fútbol para el pueblo argentino. Porque había “mucha rabia, y mucho dolor, y mucha frustración en todos esos tipos que miraban la tele”, según el escritor, aunque esos sentimientos habían nacido en otro terreno “mucho más hostil”. Habían sido producto de una guerra que no debería haber existido, una guerra que había ocurrido durante el período más oscuro de la historia de nuestro país.


"Arranca desde el medio, desde su campo, para que no queden dudas de que lo que está por hacer no lo ha hecho nadie. Y aunque va de azul, va con la bandera. La lleva en una mano, aunque nadie la vea."

Por todo ello, lo que hizo Diego Maradona aquella tarde, al dejar en ridículos a los ingleses en dos oportunidades, significa tanto para Sacheri y para muchos más. Por todo ello él siente que aún le debe algo, y “conserva el deber de la memoria” aunque hayan pasado muchos años y el tiempo, lamentablemente, haya seguido transcurriendo. Porque el fútbol, guste o no, tiene mucho que ver con la vida de las personas, es capaz de unir y hacer sonreír, al menos por algunas horas, a un pueblo que sumamente golpeado. Y la actuación de Diego en el mítico Estadio Azteca generó que no se lo midiera con la misma vara que al resto de los mortales. Por lo tanto, yo te perdono Eduardo.

Entradas recientes

Ver todo

Commentaires


¡Se un cómplice más! Suscribite y recibí todas las novedades de Fugitivos

  • White Facebook Icon
  • Blanco Icono de Instagram

© 2018 Fugitivos. Creado con Wix.com

bottom of page